Uno de los muebles que resultan imprescindibles son, sin ninguna duda, las estanterías para perfumería, con cristales y cerradas. Y es que, pese a que quizás el autoservicio sea lo ideal, lo cierto es que ciertos productos necesitan una especial protección. Con las mencionadas estanterías conseguiremos proteger el producto, así como también que el cliente, al tener que ser atendido por hallarse el producto dentro de dichos muebles, se sienta ayudado ante el hecho de tener que tomar una decisión respecto al artículo en cuestión.
Por otra parte, en este tipo de comercios encontramos además un tipo de mobiliario que en otras tiendas no existen o que existen en mucha menor abundancia. Se trata de los expositores que ceden los mayoristas a las perfumerías para que expongan sus productos, y que tienen que ser integrados de dentro de la perfumería. En este apartado deberemos tener en cuenta que, si los expositores son de los que tienen pie les tendremos que reservar un espacio completo, pero que si se trata de mobiliario de sobremesa bastará con que los instalemos encima de cualquier mueble de cajones o similar.
Existen, al mismo tiempo, muebles que son específicos no sólo para perfumerías, sino para cada uno de sus productos, es decir, hechos expresamente para contener jabones, perfumes, artículos de maquillaje, etc. Uno de ellos es el conocido como mural de cosmética, junto al cual es importante que se instale un mostrador o mesa para poder aconsejar a los clientes de cuál es el producto más recomendable en cada caso.
Otro tipo de productos, como los artículos de higiene o los que se venden a granel, pueden ir en un lugar diferenciado.